La UIA en alerta: un 72% de las empresas reporta problemas de financiamiento y la demanda se desploma

Las empresas industriales de Argentina están en alerta debido a un panorama económico cada vez más complejo, según revela una encuesta de la Unión Industrial Argentina (UIA). La crisis se manifiesta en tres frentes principales: una fuerte caída en la demanda y los pedidos, un endurecimiento de las condiciones de crédito y una ausencia de planes de aumento del empleo.

El sector industrial, que ya venía golpeado, enfrenta una acelerada retracción de la actividad. Los datos de la UIA indican una caída interanual del 17.5% en la producción de mayo, con un desplome del 10.7% en la demanda interna. Esta situación es especialmente crítica para las pymes, que son las que más sienten el impacto de la recesión. Las empresas consultadas reportan que la demanda de bienes industriales se ha desplomado y no ven una reactivación a corto plazo.

La situación financiera de las empresas también es precaria. El acceso al crédito se ha vuelto sumamente difícil y costoso, lo que complica la gestión de capital de trabajo y la realización de nuevas inversiones. Un 72% de las empresas encuestadas reporta problemas de financiamiento, un aumento significativo con respecto a meses anteriores. Esto se debe a las altas tasas de interés y a la incertidumbre económica general, lo que lleva a bancos y prestamistas a restringir el flujo de fondos.

En cuanto al empleo, las perspectivas son desalentadoras. La mayoría de las empresas industriales (un 80%) no tiene planes de aumentar su plantilla laboral en el corto plazo. Esto es un reflejo directo de la falta de crecimiento y la cautela generalizada. Aunque aún no se reportan despidos masivos, la falta de creación de nuevos puestos de trabajo se suma a los indicadores de estancamiento económico. Solo un 10% de las empresas prevé algún tipo de aumento de personal, mientras que un 8% anticipa recortes.

En este escenario, el informe de la UIA destaca que la industria argentina está operando en un contexto de gran incertidumbre y sin visibilidad sobre una posible recuperación. La combinación de baja demanda, problemas de crédito y estancamiento del empleo pinta un panorama sombrío para el sector, que espera una respuesta por parte de las políticas gubernamentales que pueda revertir esta tendencia.

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