El presidente Javier Milei ha decidido flexibilizar las condiciones estrictas que había impuesto a sus ministros para sus vacaciones en el extranjero durante el verano anterior. Según confirmaron fuentes, la medida fue comunicada durante una reunión de Gabinete.

A diferencia de la gestión anterior, donde se debían evitar destinos «ostentosos» como Punta del Este, Estados Unidos y Europa bajo la premisa del «no hay plata» y de la necesidad de «predicar con el ejemplo», ahora ya no habrá destinos prohibidos. Los funcionarios tendrán libertad de elegir, siempre y cuando el destino sea considerado «razonable» o «lógico».

A pesar de esta apertura en los destinos, se mantienen las siguientes condiciones para el receso de verano de los ministros:

• Ausencias Concentradas: Se solicita a los funcionarios formalizar sus ausencias preferentemente en los primeros quince días de enero, con el fin de concentrar la atención en la aprobación de las reformas de segunda generación que se tratarán en febrero.
• Equipos Activos: Se debe garantizar la organización para que los equipos de colaboradores permanezcan activos.
• Interrupción Posible: Los períodos de descanso podrán ser interrumpidos si fuera necesario ante alguna urgencia coyuntural.

Esta relajación de las restricciones, que algunos consideran «antiliberales», se da en un contexto donde el Gabinete sigue enfocado en la aplicación del ajuste.