Se conoció, en los últimos días, que una insignia de la televisión argentina no pudo con la batalla en los números y debe decir adiós antes de lo pretendido.
Intrusos (programa de espectáculos de América 2) dio la primicia hace algunos días y la noticia sacude al mundo de los resistidos de la “pantalla chica”, porque claro, si Marcelo Tinelli no puede, ¿quién realmente puede competir? Bajo rating, programas envasados, novelas atrapantes, incursionar en la política partidaria, en la deportiva, el Twitter, las otras redes, los conflictos constantes, no hay una única razón para explicar qué pasó, más bien hay varias razones por las cuales ya no da para más.
Sin entrar en los análisis académicos sobre el consumo y las preferencias en la era del “on demand”, el formato de “bailando, cantando, patinando” fue impactante un año, dos años, cinco años, pero está claro que YA ESTÁ.
Primero, el corte de pollera, la negación ante esta práctica por parte de las participantes (recordemos a Carla Conte diciendo NO en vivo), las discusiones efímeras, situaciones de conflictos que ya no encuentran sentido en el o la televidente, básicamente estamos hartos de esto.
Asimismo, no es menor el dato de la llegada de las plataformas y de internet con un consumo que crece cada vez más como forma de entretenimiento, ante las cuales compite un programa de casi 3 horas en el que los participantes se gritan entre ellos, cualquiera puede juzgar cualquier cosa, todo es exagerado al extremo y las lágrimas abundan como lugar común (y a esta altura, podemos decir, desesperado recurso) para intentar que del otro lado de la pantalla no cambien de canal. Pero ya está, no es despreciable el razonamiento de los y las televidentes que buscan alejarse de eso.
¿La relación de Marcelo Hugo con la política también influye? Podríamos entender que sí. Canal 13 (un canal opositor a los gobiernos kirchneristas y ahora del FDT) no deja mucho espacio a los “aperturismos discursivos” y es obvio que el grupo Clarín empezó a soltar la mano. La sociedad de “Ideas Del Sur” con el “Grupo Indalo” de Cristóbal López, en la tan profunda grieta y una programación que mucho no acompañaba, también tuvo su efecto, basta con ver el crecimiento del consumo en cable de los programas políticos que van casi a la misma hora.
Ante el anuncio de la precipitada despedida del programa de Tinelli, queda claro que hay un interrogante mayor y ese es ¿se retira Marcelo definitivamente? La respuesta no la tiene nadie que no esté adentro. Incluso me permito especular que solo él y su círculo íntimo lo saben.
La aparición de jóvenes promesas, los y las influencers, Netflix, Masterchef, envasados y podcast que nos aleja de lo tradicional. Si nos cuestionamos rápidamente el porqué de esto, obtendremos varias respuestas y muy diversas, pero una idea general que roza casi todas, hay que saber cuándo parar.
Lo preocupante de todo esto en una Argentina post pandemia, es qué pasa con los y las trabajadores de la productora La Flia, cientos de personas que miran por Twitter cómo pueden (tal vez) convertirse en desempleados, y que eso esté en segundo plano es realmente triste.
Estamos presenciando el fin de etapas, de eras, y en cierto punto (en lo personal) con nostalgia nos despedimos de clásicos que contaremos como dato dentro de unos años. El consumo mediático es voraz, estamos dentro de un sistema autodestructivo y hago propia una pregunta que varias y varios nos haremos: si Marcelo Tinelli no puede, ¿quién realmente puede competir?