CAMPEONES, que lo demás no importe nada

Un campeón, Argentina, con todo en su lugar, con un cúmulo de influencia positivas de la cual nos permitimos reponer un somero decálogo:

Lionel Scaloni: Metió las manos en el fuego y el barro, consumó la reclamada renovación, fomentó una amplia exploración, construyó un vigor colectivo insospechado, liberó a Messi del lastre de la inspiración obligatoria y arriesgó en formaciones, mutaciones y modos.

Lionel Scaloni bis: Acertó en el complejo planteo que exigía la final y también en uno de sus puntos más cuestionados: la decisiones contrarreloj en momentos de incertidumbre.

Lionel Messi: Descontado su talento (sobrado aun en la otoñal versión de sus 34 abriles), el Messi más sintonizado, aguerrido y cómodo en su piel que se haya visto con la camiseta albiceleste. (Salvo, tal vez, con beneficio de inventario, en el ciclo de Alejandro Sabella).

Emiliano Martínez: No un hallazgo en sentido estricto (cualquiera que siguiera la Premier League estaba persuadido de sus kilates), pero sí una apuesta de riesgo que cantó “¡bingo!”. ¿Cuánto hacía que la Selección no disponía de un arquero con semejante llenado de arco?

Rodrigo De Paul: El gran exponente de una gradual reconversión operada en Udinese y fortalecida en la Selección en general y en la Copa América en particular. Un todo campista que pese a ciertos vicios de desorden dio un sustancial salto de calidad y fue la gran figura del partido decisivo. Hizo tantas cosas que sólo le faltó limpiar los baños.

Ángel Di María: Una clamorosa vindicación de uno de los mejores futbolistas argentinos del siglo en curso y de una generación muy castigada.

Cristian Romero: Testimonio de una evolución tan exponencial que Scaloni detectó, fomentó y honró. El tal Cuti es la aparición más extraordinaria de defensores argentinos en muchísimo tiempo. Su techo está por verse.

Marcos Acuña: Jamás será el dueño de los laureles. Jamás sus compañeros registrarán en él un punto débil y por ende digno de desconfianza.

Guido Rodríguez: Quién sabe si llegará al Mundial de Qatar. Pero ya sabemos que la camiseta argentina no inhibe su apreciable entendimiento del juego, su orden posicional y su pertinencia.

Lautaro Martínez: Sin ser su gran torneo, se recuperó de un comienzo vacilante, compensó con un par de goles importantes y consolidó la hipótesis de quienes deducen que será el 9 argentino por un buen tiempo.

Fuente: Telam Deportes

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