El cónclave se inició cerca del mediodía y contó con la presencia de los mandatarios Sergio Ziliotto (La Pampa), Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Gustavo Melella (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero). Vía Zoom dijo presente Gildo Insfrán (Formosa), mientras que se ausentaron el catamarqueño Raúl Jalil y el tucumano Osvaldo Jaldo, quienes ensayan una posición autónoma con la gestión libertaria.
En principio, los jefes provinciales se encargaron de despojar de espectacularidad al encuentro, al que definieron como un «pequeño almuerzo». De hecho, el mitin ni siquiera tuvo la tradicional foto oficial. «Estas reuniones se hacen cada quince días, pero esta tomó más notoriedad que las anteriores», se atajaban en la previa. Al respecto, Zamora señaló: «Cuando podemos, los gobernadores nos reunimos. En este caso, Ziliotto propuso encontrarnos aquí en un mini almuerzo, sin ninguna agenda en especial, sino por la preocupación cotidiana». No obstante, consideró a la elaboración del Presupuesto 2025 como el ítem más inquietante.
«Las provincias estamos en una situación muy delicada. Además, amenazadas concretamente», lanzó el gobernador en cuyo distrito habrá elecciones para sucederlo el año próximo. Puntualmente, el líder santiagueño se refirió al acuerdo entre Nación y la Ciudad de Buenos Aires para el traspaso del líneas de colectivos. «N os quitan $47.000 millones a las provincias para cumplir con la coparticipación de CABA», disparó, al tiempo que le adjudicó la maniobra a un acuerdo entre Mauricio Macri y el presidente Javier Milei para favorecer a la administración porteña de Jorge Macri. «Es la Ciudad más rica del país y no produce nada», protestó.
Por su parte, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, fue un paso más allá en su postulación para comandar al Partido Justicialista (PJ) y dijo: «Creo que voy a ser el presidente. Estoy trabajando para eso, me interesa para trabajar por la unidad del peronismo». Señaló, además, que «la unidad va a hacer la fuerza» y que hay que «constituir un frente». Sobre este aspecto, anticipó que «seguramente la CGT está trabajando en un plan de lucha», al tiempo que calificó de «inhumano» el veto de Milei a la ley de movilidad jubilatoria.
El pampeano Sergio Ziliotto, en tanto, se diferenció de su par norteño y aclaró que «el tema partidario no se trató» durante la reunión. «Hoy los gobernadores estamos en la trinchera. Estamos en el día a día, no es cuestión de estar pensando en el interés o el posicionamiento de los dirigentes, sino en pensar en que la gente pueda, como mínimo, llegar a fin de mes», contó. En la víspera de la reunión, Ziliotto se reunió con los diputados de Hacemos Coalición Federal Emilio Monzó y Nicolás Massot, exespadas legislativas del Cambiemos durante la gestión de Mauricio Macri.
«Nos conocemos de la época en la que compartíamos la Cámara de Diputados. Ellos tienen una visión federal», detalló el mandatario. Lo cierto es que el peronismo buscará tender puentes con otros espacios para presionar al Gobierno en la elaboración del Presupuesto 2025 e incluir sus reclamos en la ley que signará el curso de la economía el año próximo. Dentro de ese menú, el bloque que comanda Miguel Ángel Pichetto es una pecera para buscar voluntades, dada su conformación variopinta y la beligerancia que mostró con la Casa Rosada en los últimos reveses legislativos que sufrió Milei.
Por otra parte, el patagónico comentó que así como el Gobierno nacional reclama gobernabilidad, «esa gobernabilidad tiene que ser una avenida de ida y vuelta; las provincias necesitamos recursos». «Tiene que haber un gran acuerdo, que tiene que pasar por el Congreso. Nosotros no vamos a utilizar ninguna herramienta que no pase por el funcionamiento de las instituciones, la división de poderes y en el marco de la Constitución», completó.
Respecto a la movilización al Congreso contra el veto a la reforma de la movilidad jubilatoria, evaluó que la «rebelión social es algo natural cuando la gente no llega a fin de mes y no tiene recursos. Claramente va a haber una rebelión social natural, más allá de si la conducen dirigentes o no. Es una cuestión natural de la sociedad», definió el gobernador de La Pampa.
Fuente: Ambito