El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) ha difundido los datos correspondientes al Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre, confirmando las proyecciones de consultoras privadas que anticipaban una aceleración en el costo de vida tras el período electoral. Según el informe oficial, la inflación del penúltimo mes del año alcanzó un 2,5%, marcando un ligero pero significativo repunte respecto a las cifras registradas en septiembre y octubre. Este dato mensual impulsa los números acumulados y refleja las primeras presiones post-electorales en el nivel general de precios.
Con este registro, la inflación acumulada en los primeros once meses del año se posiciona en un valor elevado, aunque el dato más impactante reside en la variación interanual. El informe del INDEC precisa que, en los últimos doce meses, el costo de vida ha acumulado un impactante 31,4% de incremento. Esta cifra subraya la persistencia de la inflación como uno de los principales problemas macroeconómicos que enfrenta el país y evidencia el continuo deterioro del poder adquisitivo de los salarios.
Al desglosar las categorías que componen el índice, se observa que, si bien se mantiene la presión en el rubro de Alimentos y Bebidas no Alcohólicas, otras divisiones han mostrado una aceleración notable. Estimaciones previas al informe del INDEC, como el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA), ya habían advertido sobre el aumento en rubros sensibles. En el caso de la Ciudad, por ejemplo, la división de Recreación y Cultura había trepado un 4%, y se destacaron también los incrementos en paquetes turísticos y servicios culturales. Aunque el índice nacional puede tener variaciones, la tendencia general de aumentos en bienes y servicios relacionados con el esparcimiento y la vivienda se confirma como un factor relevante en la dinámica inflacionaria de noviembre.
Es importante destacar la diferencia entre la dinámica de los bienes y los servicios. Mientras que, en la medición interanual, los Bienes han mostrado una suba del 24,3%, los Servicios han incrementado su ritmo, llegando a una variación del 38%. Esta brecha se explica, en parte, por el ajuste de tarifas residenciales de servicios públicos como electricidad y gas natural, sumado a los incrementos en alquileres y gastos comunes de vivienda. La alta dependencia de ciertos servicios en la canasta de consumo y su estructura de costos indexada son factores que mantienen a esta división con una inercia inflacionaria superior a la de los bienes transables.
La cifra de noviembre, que se ubica por encima del 2,3% de octubre y el 2,1% de septiembre, confirma una leve pero preocupante tendencia de aceleración en la recta final del año. Los analistas económicos se encuentran atentos a la evolución de precios en diciembre, un mes tradicionalmente complicado por el consumo estacional, y a las políticas que implementará el nuevo gobierno para intentar contener esta dinámica. El dato de $31,4\%$ acumulado en un año representa un desafío mayúsculo para la gestión económica y para la capacidad de ahorro e inversión de los ciudadanos.





