La relación de Javier Milei para con la UCR vive momentos aciagos durante los últimos días. Es que el Presidente la semana pasada destrozó a Raúl Alfonsín, lo tildó de «golpista» y el sábado se burló del ataque a la sede partidaria que los radicales poseen en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, este martes almuerza con los gobernadores de ese partido.
Será desde las 13 en Casa Rosada. Los invitados serán: Alfredo Cornejo (Mendoza), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes) y Leandro Zdero (Chaco). Salvo los peronistas opositores, Milei con el encuentro de mañana ya habrá recibido a la totalidades de los mandatarios provinciales, incluyendo a los del PRO y a los PJ dialoguistas.
La semana pasada, el Gobierno lanzó un plan para «empatar» las deudas con las provincias. Y dejó abierta la puerta para que se pueda abonar, si es que hay saldo contrario para el Estado Nacional, con inmuebles y activos que estén situados en esos distritos. Santa Fe es una de las partes interesadas. Chaco y Corrientes son las otras dos provincias, por ejemplo, que tiene las cajas jubilatorias atadas a Nación.
Entre ellos, sobresalen los pedidos por las deudas con las cajas previsionales, la necesidad de reactivar y concretar el traspaso de la obra pública acordada y el recorte de diversas partidas. También la pulseada por el financiamiento de las universidades nacionales.
Más allá de reconocer el gesto de Milei para dialogar cara a cara -algo que hasta hace semanas no sucedía-, en el entorno de los mandatarios reinaba la moderación. «No hay nada previo y bajas expectativas», admitieron en la órbita de un cacique radical ante la consulta de Ámbito. A la par, relativizaron el cónclave: «Fueron peronistas y del PRO, era lógico que los radicales sean los siguientes».
El Presidente viene de protagonizar varios cruces con los radicales. La semana pasada, desde Córdoba, Milei tildó al 2001 de «golpe de Estado impulsado por (Eduardo) Duhalde y Alfonsín, que, paradójicamente, a Alfonsín lo muestran como el padre de la democracia, siendo que fue partidario de un golpe de Estado».
Varios le respondieron. Cornejo expresó: «Decir que hubo un golpe de estado en 2001 decididamente no es cierto. El golpe fue en el ‘76 y Alfonsín juzgó a las juntas militares. Quiere cambiar la historia como hace el kirchnerismo muchas veces. La discusión sobre el pasado aburre a buena parte de los argentinos, pero que debe ser fiel a la verdad».
Fuente: Ambito / El Destape
