El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, demostró una sólida voluntad de renovación al analizar el escenario político tras las elecciones legislativas de octubre. Su provincia fue una de las siete jurisdicciones clave donde el peronismo logró imponerse, un dato que resalta la fortaleza de su estructura territorial en el interior del país.
Pese a reconocer la complejidad del resultado a nivel nacional, Quintela se centró en la agenda de trabajo y autocrítica constructiva del movimiento justicialista. El mandatario riojano puso el foco en la necesidad de revisar y fortalecer el vínculo con la ciudadanía, reconociendo un «voto duro importante» y la urgencia de dialogar con el sector que busca otras propuestas.
«Tenemos un voto duro importante, pero hay un sector que migra hacia otra propuesta, y a ellos debemos hablarles», sostuvo Quintela, llamando a «escuchar y reinterpretar lo que la sociedad está demandando».
El gobernador subrayó los logros concretos de su gestión y del peronismo local, al destacar que el movimiento «logró recuperar municipios y departamentos donde había perdido presencia en 2023», un claro indicio de la capacidad de reconstrucción territorial.
Mirando hacia el futuro, Quintela delineó la estrategia clave para la reactivación política. «Tenemos que repensar nuestra estrategia y reconstruir una propuesta política y económica que vuelva a incluir a los sectores medios, a los trabajadores y a los jóvenes que hoy se sienten afuera del sistema», enfatizó, marcando una visión de país más amplia e inclusiva.
Finalmente, el mandatario riojano confirmó su rol como articulador político al revelar que mantiene conversaciones con el gobernador Axel Kicillof y otros líderes para «reagrupar a los gobernadores peronistas y construir un nuevo proyecto de país», posicionándose como pieza central en la construcción de una alternativa frente al modelo actual.





