La actividad de la industria manufacturera registró un fuerte retroceso en el país, cayendo un 3,6% en los últimos cuatro meses (desde mayo). La inestabilidad financiera y las cuestiones estructurales de la política económica llevaron a que la producción de septiembre sea la segunda más baja registrada desde abril.

El sector más afectado por la crisis fue el textil y de indumentaria, que sufrió un desplome mensual del 6,1% y acumuló una dramática contracción del 22,4% desde mayo. Empresarios del rubro atribuyen este derrumbe a la combinación de una fuerte baja en la demanda local y una creciente apertura comercial, que ha permitido la entrada de importaciones a valores mínimos históricos.

Otros sectores clave como el automotriz (-14,8%) y el de productos de caucho y plástico (-13,3%) también registraron caídas significativas en el período. Pese al panorama general de declive, solo cuatro divisiones, como la refinación de petróleo y la fabricación de maquinaria, lograron expandir su producción.