Crisis Industrial en Argentina: El Periodo 2024-2025 Marcado por Cierres y Suspensiones

La actividad económica y productiva en Argentina atravesó un período de profunda contracción entre marzo de 2024 y septiembre de 2025, impactando con especial dureza al sector industrial y de la construcción. Las políticas de ajuste, la devaluación y la consecuente caída del poder adquisitivo generaron un abrupto descenso del consumo interno, la demanda y la inversión, forzando a miles de empresas a reducir su producción, suspender personal o, en el peor de los casos, cesar sus operaciones.

Si bien las estadísticas oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reportan la evolución negativa de la producción industrial, las cifras sobre el total exacto de industrias cerradas en este lapso provienen principalmente de informes de consultoras, observatorios de economía política y cámaras empresariales, ya que los datos de cierre de matrículas suelen consolidarse con un desfase temporal.

El Alto Ritmo de Cierre Empresarial

Los datos más alarmantes se refieren al ritmo general de cierre de empresas en el país. Distintos informes coinciden en señalar que, desde diciembre de 2023 hasta mediados de 2025, más de 16.000 empresas dejaron de operar en Argentina, lo que implica un promedio de entre 28 y 33 cierres por día. Gran parte de esta sangría empresarial se concentró en el ecosistema de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), consideradas el motor de la economía local y la principal fuente de empleo registrado. Las Pymes industriales fueron particularmente vulnerables a la combinación de caída de ventas y el aumento de costos.

Los sectores más afectados por los cierres y la pérdida de puestos de trabajo fueron aquellos cuya actividad depende directamente del mercado interno y el consumo masivo.

Sectores Industriales más Golpeados

  1. Textil, Indumentaria y Calzado: Este rubro se destacó como uno de los más damnificados, reportando la pérdida de cientos de empresas (más de 380 según informes sectoriales hasta mediados de 2025) y la destrucción de más de 11.500 empleos formales en el mismo período. Las empresas, en su mayoría pymes, sufrieron el doble impacto de la retracción del consumo y la competencia por las importaciones.
  2. Construcción y Materiales Asociados: Aunque técnicamente la construcción no es manufactura, su parálisis (especialmente por la suspensión de la obra pública a nivel nacional) tuvo un efecto cascada demoledor en las industrias que la abastecen. Empresas de cerámica, ladrillos, cemento, metalmecánica y aberturas enfrentaron una caída de la demanda que las obligó a paradas de planta, despidos y cierres.
  3. Metalmecánica y Automotriz: La baja en las ventas de vehículos y la menor demanda de bienes de capital forzaron a las terminales y a sus proveedores metalmecánicos a aplicar esquemas de reducción de jornada y suspensiones masivas.
  4. Alimentos: A pesar de ser un rubro esencial, también se registraron cierres de plantas específicas y una profunda reducción en el margen de rentabilidad, afectando a frigoríficos y productoras de insumos masivos.

Las Suspensiones como Mecanismo de Ajuste

La drástica caída del nivel de actividad hizo que muchas empresas optaran por las suspensiones de personal temporales (pactadas bajo el artículo 223 bis de la LCT) como medida de supervivencia, buscando preservar el vínculo laboral a la espera de una reactivación. Esta herramienta fue utilizada de manera masiva en las plantas industriales de mayor tamaño, abarcando a miles de trabajadores en distintos meses del periodo.

Las suspensiones permitieron a las empresas adecuar su producción a la baja demanda, pero reflejaron una capacidad ociosa récord en muchos sectores. Los gremios industriales alertaron constantemente sobre la extensión de estos acuerdos, temiendo que las suspensiones temporales se transformaran en despidos definitivos si la crisis se profundizaba.

En resumen, el lapso entre marzo de 2024 y septiembre de 2025 estuvo marcado por una profunda crisis productiva. Los cierres, si bien dispersos en distintos rubros, se concentraron en las Pymes manufactureras dependientes del mercado interno, mientras que las suspensiones masivas se convirtieron en la tónica en las grandes plantas, señalando la severa contracción de la economía argentina.

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