Trabajadores del Hospital Garrahan y representantes del sector de la discapacidad han alzado la voz en una profunda señal de alarma ante la omisión de fondos de emergencia en salud dentro del Presupuesto 2026. Esta situación no solo pone en jaque la calidad y la continuidad de las prestaciones vitales que se brindan a miles de niños y pacientes con discapacidad, sino que desata una gravísima incertidumbre sobre la estabilidad de los puestos de trabajo que sostienen estas áreas esenciales.
La convocatoria a un «abrazo» en la Plaza de Mayo es el reflejo de la angustia que atraviesa a miles de familias trabajadoras. La falta de previsión de estos recursos cruciales amenaza con profundizar el déficit financiero ya existente y forzar un recorte en servicios y, consecuentemente, en el personal. Este escenario dibuja una sombra de desempleo sobre los profesionales y técnicos que día a día garantizan la atención en el hospital y en los centros de rehabilitación.
Se trata de un pedido urgente al Poder Ejecutivo y a los legisladores para que reevalúen la partida presupuestaria. Lo que está en juego es más que un número: es la fuente de ingreso y la dignidad de los trabajadores, además del derecho a la salud de los sectores más vulnerables. La comunidad laboral exige una respuesta que asegure la supervivencia de sus trabajos y la sostenibilidad de las instituciones de salud y discapacidad.





