El Gobierno Nacional avanza en la elaboración de un ambicioso proyecto de Reforma Laboral que busca transformar estructuralmente la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) y otros regímenes asociados. El borrador de la iniciativa, que circula entre dependencias oficiales y es discutido en el marco del Consejo de Mayo con el sector empresario, ha generado una inmediata y contundente oposición por parte de la Confederación General del Trabajo (CGT), anticipando un duro debate en el Congreso.
La propuesta, considerada clave para la estrategia económica de la administración actual, se enfoca en ganar flexibilidad, reducir la litigiosidad y alentar la creación de empleo registrado, ofreciendo incentivos y modificando aspectos centrales de la relación laboral.
Puntos Clave: Los Cambios Más Disputados
El documento de la reforma abarca una amplia gama de temas, desde principios generales de la LCT hasta el régimen de indemnizaciones, pasando por la organización de la jornada y los conceptos salariales.
1. Flexibilización Horaria y Banco de Horas
Uno de los puntos más relevantes es la modificación en la organización del trabajo y la jornada. El borrador busca incorporar la figura del «banco de horas» mediante acuerdos en los convenios colectivos. Este sistema permitiría a las empresas ajustar las horas trabajadas según los ciclos productivos o picos de demanda, compensando las horas extra con tiempo de descanso, siempre y cuando se respeten los límites máximos promedio establecidos por la ley.
Además, se afirma que el cálculo de la jornada máxima se podrá realizar sobre promedios, lo que habilita compensaciones internas en períodos de tiempo mayores, otorgando mayor libertad al empleador para modificar formas y modalidades de la prestación, siempre y cuando no se cause perjuicio material o moral al trabajador.
2. Conceptos No Remunerativos y Salario en Especie
Otro eje central es la ampliación de los beneficios sociales no remunerativos. El proyecto busca recuperar la posibilidad de abonar una porción del salario a través de prestaciones que no integren la base remunerativa y, por lo tanto, no generen aportes ni contribuciones.
La lista de conceptos excluidos de la remuneración y considerados beneficios sociales es extensa. Incluye prestaciones de salud, reintegros de guardería, ropa de trabajo, útiles escolares, suscripciones a gimnasios, gastos de sepelio y provisión de herramientas tecnológicas, entre otros. Esta medida, criticada por los sindicatos, busca reducir el «costo laboral no salarial» y es vista por el Gobierno como un incentivo a la registración y la inversión.
También se habilita la incorporación de componentes salariales dinámicos o por mérito, que no crearían derecho adquirido y tendrían carácter temporal según la necesidad o desempeño, lo que introduce un elemento de «salario por productividad» más explícito.
3. Régimen de Vacaciones
El borrador propone una mayor flexibilidad en el uso de las vacaciones. El período de otorgamiento se mantendría entre el 1° de octubre y el 30 de abril, pero se habilitaría el fraccionamiento en lapsos no menores a siete días (una semana), sujeto al acuerdo entre el empleador y el trabajador. La propuesta busca que, mediante la libertad contractual, las partes puedan negociar la distribución del descanso, apartándose de la rigidez actual.
4. Indemnizaciones y Registración
Respecto a las indemnizaciones, se deslizan cambios que buscan limitar la litigiosidad y la incertidumbre para las empresas. Aunque el texto final aún está en revisión, se menciona la posibilidad de que las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) puedan abonar las indemnizaciones y multas derivadas de sentencias judiciales en hasta doce cuotas mensuales. Esta medida intenta aliviar la carga financiera inmediata sobre las empresas más pequeñas.
En cuanto a la registración, el proyecto incorpora un sistema unificado y centralizado a través de una nueva Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). La inscripción del vínculo laboral se realizaría exclusivamente por esta vía y la falta de constancia generaría presunciones a favor del trabajador, buscando simplificar trámites y combatir el trabajo no registrado.
Rechazo Sindical y El Camino de la Ley
La reacción de la CGT ha sido de rechazo total, señalando que el proyecto atenta contra los derechos adquiridos y busca una «precarización» del empleo bajo el velo de la modernización. Sostienen que la eliminación de la ultraactividad (que implica que un convenio colectivo siga vigente hasta ser reemplazado por uno nuevo) y la prioridad del convenio por empresa sobre el de actividad (paritarias por empresa) socavan el poder de negociación sindical.
El Gobierno, que espera contar con mayor respaldo en el Congreso, deberá tejer finos acuerdos políticos para que la iniciativa avance. La reforma laboral es un capítulo central y sumamente sensible en el plan de reestructuración económica, que busca generar nuevas reglas de juego para el mercado del trabajo en Argentina.
Fuente: Con información de Infobae





