ECONOMIA: EL Gobierno busca cerrar un acuerdo, con la promesa de mayor ajuste

La publicación  del staff report del Fondo Monetario, en el que el organismo consideró el programa aplicado como “firmemente encaminado” fue, en la práctica, el cierre de una etapa y de un acuerdo en el que, por primera vez desde que se firmó hace más de dos años, las metas se cumplieron al pie de la letra. Curiosamente, no está claro que eso pudiera repetirse en septiembre, cuando deberían aprobarse las metas del segundo trimestre de este año entre las que se cuenta la eliminación del “dólar blend”. El Gobierno dejó en claro que eso no ocurrirá a fin de mes como en principio estaba comprometido y, en la práctica, eso dejará de importar.

Para esa fecha, se asume, la Argentina contará con un nuevo acuerdo con el Fondo, en el que la eliminación del “esquema preferencial de tipo de cambio para los exportadores” según la definición del FMI del régimen 80/20 para la liquidación de divisas, será una anécdota. Es que en ese acuerdo, el objetivo central será la eliminación de todas las distorsiones del mercado cambiario. En otras palabras, el levantamiento del cepo o, también, la unificación del dólar será el corazón del nuevo entendimiento en el que existen dos obstáculos complejos de sortear, incluso para este Gobierno, mucho más alineado con los objetivo de mediano y largo plazo que exige el FMI aunque no tanto con sus métodos.

El primero de ellos es de competencia exclusiva de la gestión económica y recae enteramente sobre el ministro de Economía, Luis Caputo, y su alter ego en la presidencia del Banco Central, Santiago Bausili. El titular de la autoridad monetaria había anticipado el jueves a última hora, apenas concretado el desembolso del Fondo Monetario, lo que sobrevendría a partir de ahora en esa negociación. Al final de un documento de 6 páginas publicado por el Banco Central sobre la aprobación de la 8° revisión de metas, en el último párrafo, de pocas líneas y bajo el título “Eliminación de controles cambiarios”, se lee: “El BCRA contempla avanzar en la liberación de controles cambiarios y en una mayor flexibilidad cambiaria siempre y cuando estas medidas no impliquen riesgos excesivos para el proceso de reducción de la inflación y fortalecimiento de su hoja de balance, tal como se refleja en el Acuerdo. El proceso lo definirán las propias autoridades de Argentina contemplando la evolución de las variables económicas relevantes, quienes compartirán con el FMI los parámetros que serán monitoreados, sin incluir compromisos de fechas o medidas específicas”.

A las puertas de un fin de semana extra large, no fue hasta ayer cuando se conoció el documento que insiste en la eliminación del dólar blend hacia fin de junio que esa publicación de Bausili cobró sentido.

Sin embargo, esa postura tan independentista puede no ser tan fácil de sostener: para levantar el cepo, el Gobierno busca fondos frescos. El ex responsable del Departamento para el Hemisferio Occidental del Fondo y ex auditor de las cuentas argentinas, Alejandro Werner, calculó ayer que puede llegar a obtener hasta USD 10.000 millones. La puja, eventualmente, será cómo, cuándo, para qué y por qué se podrá disponer de esos fondos. Se trata, en definitiva, de un nuevo capítulo de una pelea que Caputo ya sostuvo (y perdió) en 2018 cuando el FMI se negó a que el dinero prestado se utilizara en el mercado cambiario para estabilizar el dólar. Caputo desobedeció y fue sucedido por Guido Sandleris. Desde ese momento hasta hoy, el FMI revisó su posición al respecto, pero eso no implica que le dará al libre albedrío a Caputo respecto a la utilización de la eventual “new money”. Será -así lo admiten en el Gobierno- uno de los puntos más ríspidos de la negociación.

¿ Y la Ley Bases ?

Con el presidente Javier Milei ya de regreso en la Argentina, luego de su gira internacional en la que conversó o se fotografió con los principales líderes mundiales, el Gobierno encara una semana de definiciones y negociaciones políticas a nivel local, antes de que la Ley Bases ingrese nuevamente a la Cámara de Diputados para su votación final.

La idea de Milei es empezar una nueva etapa de su gestión, con un Gabinete parcialmente renovado, una vez que el Congreso apruebe finalmente las reformas que presentó a principios de año y que a lo largo de estos meses sufrieron varias modificaciones.

En el marco de este trabajo será clave el rol de Guillermo Francos, quien se reunió con los jefes de los principales bloques “dialoguistas” en Diputados, al día siguiente de que los proyectos fueran aprobados con cambios en el Senado, para tratar de ir marcando el camino a seguir.

Principalmente, el Gobierno quiere volver a incorporar la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias y las privatizaciones de Aerolíneas Argentinas, Radio Televisión Argentina (RTA) y el Correo, que en ambos casos fueron eliminadas por los senadores.

Para conseguirlo, La Libertad Avanza necesitará conseguir el apoyo suficiente de los otros espacios en Diputados para alcanzar la misma mayoría -o superarla- con la que la oposición logró imponer sus modificaciones la semana pasada.

Fuente: Infobae 

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