Luego de llevarse a cabo el Congreso en el microestadio de Ferro, el Partido Justicialista emitió un comunicado donde subraya cinco objetivos irrenunciables para retomar el gobierno. A modo de síntesis, el peronismo remarcó que es necesario ganar las elecciones legislativas de 2025, consolidar un sistema político federal, explotar los recursos naturales, una mayor distribución de la riqueza y reorganizar las instituciones que históricamente componen el movimiento justicialista. Los gobernadores Axel Kicillof, Ricardo Quintela y Gildo Insfrán encabezaron el encuentro.
En un documento cargado de autocrítica en vistas al futuro, el PJ describió el contexto actual como uno de los momentos «más dramáticos de los últimos cuarenta años de la recuperada democracia argentina». Lo cual les implica una doble obligación: «En primer lugar, tener un cuadro de situación adecuada de dónde estamos parados y, en segundo, empezar a delinear un proyecto de hacia dónde queremos ir, porque sin ese norte claro ningún viento nos será favorable». Por eso, el documento esbozó las primeras líneas de acción política de cara a los próximos años.
Los primeros congresales llegaron a las 10 de la mañana. La sesión comenzó a las 12:35. Veinte minutos después el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, se fue caminando en soledad. Afuera del estadio el ex intendente de Hurlingham Juan Zabaleta esperaba la intervención de su nuevo compañero de militancia, el jefe comunal de Esteban Echeverría, Fernando Gray, una de las voces críticas más fuertes que confrontan con el kirchnerismo y, en especial, con La Cámpora.
“Esto es una democracia, no una monarquía. El que quiere un lugar, que se lo gane como me lo gané yo. Acá no hay más lapicera. Porque en esta elección que pasó, no perdió ni Perón ni Evita, perdió una cúpula de dirigentes cerrada y mezquina que con lapicera y el dedo, y sin consultar a nadie, eligieron los candidatos sin escuchar a nadie. Así nos va.”, fue la sentencia de Gray, apuntando directamente a La Cámpora y a Máximo Kirchner, dueño de una parte de las decisiones importantes en tiempos de cierre de listas.
Y siguió, en voz alta, extultante y ante la atenta mirada de los congresales: “No podemos seguir con los mismos de siempre, con las mismas caras, diciendo y haciendo las mismas cosas, y pretender ganar las elecciones. Tenemos que hacer una profunda renovación. Si nos seguimos aplaudiendo entre nosotros, no tenemos futuro”. Áspero y sin filtro.
El tono del discurso de Gray fue el que marcó las casi dos horas y media que duró el Congreso. El intendente bonaerense también dijo que le daba “verguenza la militancia rentada del partido, cuando toman los organismos del Estado con presupuestos millonarios”. Todos entendieron que se estaba dirigiendo a la organización política que conduce el hijo de Cristina Kirchner, que estuvo al frente de los principales organismos estatales durante el último gobierno.
Las expresiones del intendente molestaron, y mucho, a los dirigentes de La Cámpora, y se lo hicieron saber rápidamente. La primera en hacerlo fue la ex titular del ANSES Fernanda Raverta. “Es importante no generar el retroceso histórico que es cuando un militante usa en la palabra del enemigo la capacidad de señalar a otros militantes o a una fuerza política. Seamos serios y respetuosos. Cuando el proceso de estigmatización golpea, nos golpea a todos. Es mentira que en el peronismo se puede señalar a uno y no salpicar a los otros”, expresó la dirigente marplatense.
Aún más dura fue la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. “Hay quienes vienen a buscar el aplauso y no reflexionan ni hacen un aporte serio al colectivo. Tienen una mirada individual y egocéntrica”, advirtió, en clara referencia a Gray. Desde el camporismo también le apuntaron al intendente por “poner” a su esposa, Magdalena Goris, como senadora provincial. Viejos rencores del peronismo que durante los últimos años de gobierno quedaron bajo la alfombra.
Axel Kicillof fue uno de los más aplaudidos por su intervención. Lejos de la polémica, llamó a concretar un ordenamiento rápido para solidificar el rol opositor del peornismo. “En estos 100 días de gobierno Milei hizo mucho daño. Tenemos una responsabilidad ante esta situación. Cuando estas cosas pasan, el peronismo se articula y se amplía. Tenemos la obligación de generar una alternativa para volver a gobernar la Argentina”, expresó.
Fuente: El Destape / Infobae