A menos de dos semanas del congreso electivo de la Confederación General del Trabajo (CGT), las negociaciones internas se intensifican, marcando un giro histórico en la tradicionalmente masculina cúpula de la central obrera. Los sectores más influyentes, conocidos como «los Gordos» y «los Independientes», alcanzaron un acuerdo clave para la futura conducción: exigir la inclusión de una mujer en el triunvirato que se perfila para liderar la CGT.
Este consenso, anunciado tras un encuentro en la sede de Azopardo, representa una señal de modernización («aggiornamento») de la central, buscando responder a las demandas de paridad y representación de las trabajadoras. Aunque no se formalizó el nombre de la candidata, todas las miradas apuntaron a Maia Volcovinsky, dirigente de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, presente en el acto. No obstante, la confirmación de su postulación aún está pendiente, ya que, según fuentes gremiales, aún debe definirse qué sector la impulsará formalmente.
El acuerdo de los sectores mayoritarios ratifica el formato de conducción tripartita, desechando la propuesta de los sectores «duros» (alineados con la UOM y Dragado) que pedían un único Secretario General y una postura más confrontativa contra el Gobierno. Los «Gordos» e «Independientes», junto a otros aliados como el moyanismo y el barrionuevismo, apuestan a una fórmula que combine la continuidad y la renovación, además de la inédita presencia femenina en la mesa chica.
En el encuentro se difundió un documento de las Mujeres Trabajadoras de la CGT que subraya su rol: «Somos parte sustancial de la unidad. Nacimos y crecimos dentro del trabajo, de la organización y de la lucha,» dice el texto. La expectativa es que esta decisión coloque el tema de los derechos laborales de las mujeres y la inminente discusión sobre la reforma laboral en el centro de la agenda de la próxima conducción. La definición final de los tres nombres que integrarán el triunvirato se espera para los próximos días.





