El rally de funcionarios técnicos y políticos que pasaron ayer por la Casa Rosada, para reunirse con Santiago Caputo y Guillermo Francos y discutir la letra fina del Presupuesto, estaba orientado a que el Gobierno analizara ceder en algunos de los puntos que exigían los gobernadores. Pero en cuestión de horas, ese análisis de los números finos derivó en una negativa rotunda del oficialismo a, siquiera, tratar el tema en comisión. Y luego de la caída de la reunión parlamentaria en la que se esperaba lograr dictamen, el Gobierno endureció la postura. La consigna “no hay plata”, una vez más, se transformará en el eje rector de las conversaciones que se aproximan y todavía no tienen fecha concreta.
En las primeras horas del martes post-feriado los libertarios estaban dispuestos a ver hasta cuánto podían conceder en las erogaciones exigidas por los gobernadores. En el transcurso de la mañana, en la previa de la reunión de comisión que estaba prevista para las 14, recorrieron los más importantes despachos y pasillos de Balcarce 50 el secretario de Hacienda, Carlos Guberman; el presidente de la Comisión de Presupuesto, José Luis Espert; el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem; y el asesor de Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem, el único de ellos con oficina en la Casa Rosada.
Milei estaba preparando en ese momento su regreso del viaje que realizó a Río de Janeiro para participar del G20, y el liderazgo de las conversaciones quedó en manos de su asesor, Santiago Caputo, que recibió a varios de esos funcionarios en su despacho en el primer piso de Balcarce 50. Y del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que habló personalmente con “Lule” Menem, temprano.
Los funcionarios de las distintas áreas llevaban carpetas con los pedidos de los gobernadores, que giraban en torno a ajustar los ítems de la coparticipación en temas diversos -como el impuesto a los combustibles-; los Aportes del Tesoro Nacional, y las transferencias a las cajas previsionales provinciales, entre otros puntos.
El Gobierno analizó esas demandas hasta el filo de la reunión de comisión, pero decidió a último momento que eran “excesivas” e hizo caer el encuentro formal en el Congreso para decidir los cambios que se exigían. “Los gobernadores quieren parte de la coparticipación. Eso es plata que no tendría el Estado para mantener el superávit fiscal. Lo que les planteamos es que digan de dónde sacar la plata”, dijeron esta tarde en Balcarce 50.
En el entorno de Milei hay cierto grado de preocupación por el mensaje que implicaría dar a los mercados el hecho de no haber podido consensuar un Presupuesto. Pero esa inquietud no alcanza para que cedan en el inamovible plan de mantener, a toda costa, el equilibrio en las cuentas públicas.
FUente: Infobae