La visita del senador Martín Lousteau y del neurólogo Facundo Manes para levantar la mano de su correligionario Gerardo Morales, gobernador de Jujuy, tras el triunfo en su provincia, volvió a agitar la interna de Juntos por el Cambio al mostrar a un radicalismo fortalecido por esa victoria y dispuesto a salir a disputar de igual a igual con el PRO los lugares en las listas de cara a las próximas PASO y legislativas.
Envalentonados con el triunfo, Manes y Lousteau llegaron a Jujuy junto al presidente de la UCR bonaerense y jefe del bloque de Diputados de JxC en la Legislatura, Maximiliano Abad, dirigente cercano al mendocino Ernesto Sanz y al propio Morales, y además uno de los impulsores de la eventual candidatura de Manes.
El domingo, el Frente Cambia Jujuy (FCJ), liderado por Morales, obtuvo la victoria en las elecciones provinciales con casi el 42% de los votos, aventajando al Frente de Todos-PJ, que quedó en segundo lugar -el peronismo compitió fragmentado en cuatro listas- y al Frente de Izquierda y de los Trabajadores, que se ubicó tercero.
«Necesitamos líderes como él (por Morales) que nos unan, no que nos dividan; necesitamos líderes que nos lideren con esperanza», exhortó Manes a partir del resultado electoral de Jujuy, en lo que fue leído como un mensaje dirigido al sector duro de PRO, con el que Morales mantuvo varios cruces en los últimos meses.
Según explicaron en el entorno del senador, su presencia en Jujuy respondió a una invitación del propio Morales, quien los comprometió a viajar a la provincia del norte durante el acto que compartieron por los 130 años de la UCR.
Justamente, el nuevo aniversario del partido fundado el 26 de junio de 1891 por Leandro N. Alem es otro elemento que el radicalismo suma en su búsqueda de épica, y a la intención de mostrase maduros y con experiencia de gobierno, como para liderar la coalición opositora frente al joven PRO.
Fuente : Telam