OPINIÓN: No es solo contra ella, es contra nuestros derechos, luchas y militancia

La historia Argentina parece estar condenada a repetirse cíclicamente sin parar ¿Cuántas veces fuimos perseguidxs, proscritxs, encarceladxs? Está en nuestra naturaleza resurgir de las cenizas, pero lo que preocupa no es la resiliencia del movimiento, no, lo que nos está jugando una mala pasada es la estrategia de esa república paralela, liderada por la mafia judicial, que mucho remienda a la más oscura de las dictaduras.

 

¿Y por qué decimos la estrategia? Básicamente porque puede divisarse el hilo conductor de los hechos en todo nuestro continente, buscando socavar la credibilidad de los y las dirigentes con compromiso en las causas populares, para luego, sin sustento legal y en flagrante irregularidad llevarles a prisión. Brasil, Bolivia, son ejemplos de esta estrategia que como un segundo Plan Cóndor amenaza nuestro nido, pero también es ejemplo de cómo el amor del pueblo trabajador no olvida, ni perdona éstas injusticias. ¿Y quiénes son los encargados de ponerle el cuerpo a este plan? Casi los mismos del 76, ya no vestidos de verde, pero en sus trajes de empresario, en las bancas de los señores jueces, tras los despachos en el gobierno de CABA, o en la redacción de un diario, el engranaje mafioso que hace pocos días salió a la luz, no solo es un balazo de realidad, sino también prueba de cuán intrincada es la red de este gobierno paralelo, y de la importancia en que nos constituyamos todos cada uno y una en defensores acérrimos de nuestra joven democracia.

 

El fallo en manos del Tribunal Oral 2 cuenta igualmente con un condimento especial que también caracterizó el tratamiento de los medios hegemónicos: la violencia de género, y ejercida de una manera atroz. Podemos identificar claramente la violencia política, pero poco se habla sobre la violencia vicaria, esa que desde la figura de asociación ilícita se encargó de torturar a Cristina a partir de la ilógica amenaza a su hija e hijo.

 

Podríamos referirnos también a las otras muchas modalidades con que la violentan, pero me gustaría que pensemos: ¿Cuál es el aleccionamiento que se busca tras este fallo? La respuesta cae de madura, es una amenaza directa a todos y todas los que ejercen el poder en función de las personas más vulnerables, de los desprotegidos y cómo será de perverso el accionar de esta mafia judicial, que, ante la impotencia de no poder cambiar el amor y la memoria de la gente, quisieron descargar ese odio en una Bersa 32, no azarosamente Cristina dice: «Me quieren presa o muerta».

 

Y frente a este panorama, ¿Que nos queda a los y las dirigentes? Yo creo que simplemente, resistir y levantar las banderas más altas que nunca: las de la política de la década ganada, las de la igualdad, las de la no violencia, necesitamos alimentar la esperanza que es la que nos dará fuerzas ante la incertidumbre del 2023, hay que profundizar el proyecto con un oído en el pueblo, hay que respaldar a nuestros gobernadores que se están convirtiendo en el último muro de contención de nuestra democracia. Nuestra compañera vice presidenta dijo: No vienen por mí, viene por todos nosotros y eso debiera de encender en nosotros la misma mística, la misma llama que dió origen a nuestro día más emblemático el 17 de Octubre.

 

Unidxs, organizadxs, informadxs, resistamos una batalla más por un futuro mejor.

 

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