El gobierno nacional confía en que las gestiones realizadas por el presidente Alberto Fernández días atrás, ante las máximas autoridades de países europeos, derive en el aplazamiento del pago por US$ 2.400 millones con el Club de París, que vence hoy.
El plazo de gracia que se espera de parte de club de gobiernos acreedores (de Europa, pero también de los Estados Unidos, Canadá, Rusia, Australia, Israel, Brasil, Japón y Corea del Sur) abrirá un nuevo espacio para seguir negociando la reprogramación de la deuda de US$ 45.000 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), contraída durante la gestión de Mauricio Macri.
Las autoridades del Club de París aguardan, precisamente, ese arreglo con el organismo multilateral que dirige Kristalina Georgieva, para reprogramar su propio acuerdo, que data de mayo de 2014 y fue cerrado por el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof.
En oficinas del Gobierno descartan una declaración formal de incumplimiento, ya que esa situación sólo se contempla para 60 días después del no pago del vencimiento, según las condiciones del crédito con el Club de París.
En el marco de esas tratativas se considera probable que durante el mes próximo se avance hacia la firma con el Fondo de una carta de intención, tras nuevas revisiones de las cuentas públicas, si finalmente se acuerda la llegada a Buenos Aires de una nueva misión del organismo.
Ese monitoreo ya tuvo lugar en abril en Washington, por parte de Guzmán, el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, y Julie Kozack, la vicedirectora para el Hemisferio Occidental del organismo.
Fuente: TELAM